search
top

La edad de oro del boxeo. 15 asaltos de leyenda. Manuel Alcántara, Teodoro León Gross, Agustín Rivera.

He leído La edad de oro del boxeo, del gran Manuel Alcántara, con voracidad. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto. Y no es que estuviera especialmente predispuesto, al contrario: mi plan era irlo catando poco a poco, una crónica pugilística al día, saboreándolo lentamente. Pero he de confesar que me ha sido imposible y he acabado por devorar estos escritos, rápidos, penetrantes, que explican magistralmente la realidad de cada uno de los combates, sí, y no pretenden filosofar, aunque a menudo lo consiguen de un modo más auténtico que cientos de sabiondos de sofá. Tiene razón Garci cuando escribe, respecto de la pluma de Alcántara, que “por muy cansado que estés, leerlo te reconforta, te entretiene y te quita la fatiga“.

Se recogen en este libro una selección de las crónicas escritas por Alcántara para Marca entre 1967 y 1978, lo que significa que vemos pasar ante nuestros ojos, revividos por una prosa excelente, directa y poética a un tiempo, a Pepe Legrá, Carrasco, Perico Fernández, Dum Dum Pacheco, Evangelista (en histórico combate con Ali, cuando éste ya no era el gran Clay) y otros nombres que forjaron una época gloriosa de este arte, que no es bien bien juego ni deporte. Una época donde Alcántara ve de todo: tongos vergonzosos, heroicidades irracionales, peleas elegantes y luchas tabernarias, para acabar con la realidad de la muerte, siempre rondando el cuadrilátero. Todo ello introducido por unas concisas pero muy reveladoras contextualizaciones y con el colofón de una interesante entrevista al propio Alcántara y de un capítulo evocador de este maestro de periodistas a cargo de otro amante del boxeo, José Luis Garci.

Podría buscar mil modos de encarecer el libro, pero me parece más productivo reproducir aquí algunas de las perlas que he encontrado, y subrayado, en estas certeras crónicas, y que darán una idea mucho mejor de lo que el lector puede encontrar en este libro: “la vida es una sucesión de asaltos”; “el boxeo es un deporte al que nadie llama juego”; “Weiland mete un gancho al hígado que llevaba una esquela pegada al cuero”; “está maduro para la horizontal”; “hay combates que no se programan, se perpetran”. Si les ha gustado, en el libro hay muchas más.

 

La edad de oro del boxeo. 15 asaltos de leyenda. Manuel Alcántara, Teodoro León Gross, Agustín Rivera. Libros del K.O. 204 páginas.

Aborto Cero

¿Cuántas veces hemos oído como nos acusaban de no tener argumentos en la defensa de la vida (habitualmente por parte de quiénes se limitaban a repetir consignas que se caen por su propio peso)?  ¿Cuántas veces nos han acusado de que nuestra posición era el resultado de nuestro “fanatismo” religioso y nuestra voluntad de querer imponer nuestras creencias sobre los demás?

Las acusaciones, que no resisten el más mínimo análisis, no por ello han dejado de estar muy presentes en todos los debates sobre el aborto. Pues bien, quienes no encuentran argumentos serios para defender la vida del no nacido deberían replantearse su postura si conservan un mínimo de honestidad intelectual y se deciden a leer este Aborto Cero que acaba de publicar la editorial Stella Maris.

Estamos ante una obra colectiva que supone una auténtica batería de aportaciones y argumentos en defensa de la vida de todo ser humano y que pone de manifiesto las falacias en las que se sostienen los que defienden el supuesto “derecho” de las madres  a poder disponer de las vidas de sus hijos y decidir, en consecuencia, matarlos. El libro está estructurado en bloques: el primero, titulado “el debate de las ideas”, me ha parecido sumamente interesante. El capítulo de Francisco Contreras, “Derecho a vivir y la batalla de las ideas” enmarca brillantemente el trasfondo del asunto, con una mirada a la historia y a las ideas actuando en la misma (aquel famoso “las ideas tienen consecuencias” de Richard M. Weaver). Son numerosos los fragmentos que dejan resuelta una cuestión sin, creo yo, posibilidad de contraargumento. Por ejemplo, cuando comentando aquello de que la mujer tiene derecho a elegir, escribe Contreras que “la mujer ya ejerció su derecho a elegir: eligió tener relaciones sexuales”. Ahora ya es madre, eso es un hecho, de un hijo vivo o de uno muerto si aborta. En consecuencia, “no se trata de negar la libertad sexual: se trata de asumir las consecuencias de las decisiones libres”. El artículo de Nicolás Jouve de la Barreda, por su parte, es de un rigor científico al que ningún abortista puede aspirar. Cristina Castro, por su parte, comparte con nosotros un interesante listado de consignas abortistas, puestas en boca de la ideología, que la razón va rebatiendo.

El segundo bloque, Justicia y Derecho, está dedicado a aspectos jurídicos, y aborda también el aborto eugenésico, el tristemente famoso Caso Morín o la lucha en defensa de la vida en la ONU. Luego, en la “descarnada realidad” se nos muestra el mundo que conforma el aborto: su industria, su impacto en la salud mental de las mujeres que lo perpetran y qué podría hacerse desde las consultas de atención primaria. El cuarto bloque, “A la calle por la vida”, se centra en las recientes movilizaciones en defensa de la vida en España y recoge testimonios de personas involucradas en las mismas.

El capítulo final, obra de Mons. Munilla y titulado “El descarte del aborto”, es una pequeña joya que deberían leer atentamente todos los que quieran tener las ideas claras en relación a esta cuestión. No estaría mal, pensaba, que todos los jóvenes con un mínimo de inquietud lo leyeran; estoy convencido de que muchas dudas quedarían aclaradas.

Sólo me queda felicitar a la editorial y a los autores que han participado en esta obra por su trabajo y animar a la gente a que lo lea. Es un libro importante, que nos da todo tipo de argumentos para conseguir acabar con el aborto. Podrán siguiendo acusándonos de todo lo que decía al principio, pero la falsedad de tales acusaciones es ahora más evidente que nunca. La razón, las ideas, la ciencia, todas ellas indican que no se puede defender por más tiempo el aborto. Argumentos sobran.

 

La venganza de la geografía. Robert D. Kaplan.

No es necesario presentar a Robert D. Kaplan, uno de los analistas más prestigiosos en relaciones internacionales y autor de una extensa bibliografía. Adscrito, con matices, a la escuela “neocon”, con esta monumental obra Kaplan cambia de bando, redescubre las constantes geográficas y su influencia y se acerca a la escuela realista de pensamiento internacional.

El libro se divide en dos partes. En la primera Kaplan hace un exhaustivo y muy documentado repaso por lo que se conoce como Geopolítica, analizando a los principales autores de esta disciplina, sus aciertos, limitaciones y la permanencia o no de sus conclusiones. Encontramos poca aportación de Kaplan en esta parte, en la que, eso sí, demuestra su erudición en lo que supone un muy buen resumen del estado de la materia en Geopolítica.

La segunda mitad del libro la dedica Kaplan a analizar desde un punto de vista geopolítico los enclaves y países del mundo de mayor importancia: Estados Unidos, Europa, China, la India, México (donde recupera algunas de las tesis de Hintington), Rusia, Turquía, Irán. Además de volver a mostrar su enciclopédica erudición, en esta parte Kaplan salpica la narración de numerosas anécdotas recogidas a lo largo de décadas como reportero en los esos lugares. Nuevamente echamos de menos aquí algo más de juicio y previsión personal, sepultado entre el abundantísimo flujo de datos que el autor nos ofrece y que en ocasiones se hace casi avasallador.

Estamos pues ante un libro que expone bien lo que es el enfoque geopolítico y sus aplicaciones en las áreas más “calientes” de la Tierra, pero en el que se echa en falta una mayor aportación de un autor que, a buen seguro, tiene cosas interesantes que decir.

La venganza de la geografía. Robert D. Kaplan. RBA Libros. 480 páginas

Encontré a Cristo en el Corán. Mario Joseph.

En Encontré a Cristo en el Corán un antiguo imán musulmán originario de Bengala, en la India, nos explica su camino vital hasta abrazar a Cristo como su Salvador. Mario Joseph nos habla de su infancia, de las prácticas musulmanas que no entendía, de su temprana fascinación por Jesús, alimentada por los relatos que sobre Él y su Madre recoge la tradición musulmana, su entrada en una escuela coránica, su decisión de conocer a Jesucristo y su huída de su propia familia. Y lo hace con un tono entusiasta, con el tono del que ha encontrado un tesoro y exulta de alegría y agradecimiento. No busquen una biografía al uso, rigurosa y detallada, ni una escritura virtuosista: Mario Joseph nos entrega un testimonio vibrante, un poco desordenado, repleto de digresiones movidas por ese entusiasmo de quien se siente muy amado por Dios.

El libro, de hecho, es una especie de collage que recoge las vivencias del autor junto a reflexiones diversas. Abundan las relativas al modo en como los musulmanes viven el Islam, una visión desde dentro que nos aporta interesantes matices. Asimismo, Mario Joseph introduce frecuentes comentarios de carácter teológico, algunos, piadoso, otros. Estos últimos, que suelen aparecer en la estela de alguna vivencia, exhalan fervor. También son frecuentes las historias que encierran un mensaje, especie de parábolas, todas ellas con un aire oriental muy característico que nos traslada al modo de predicar en la cultura india y bengalí.

Entre los pasajes más estrictamente teológicos, creo que hay que distinguir. Por un lado nos encontramos con un capítulo, en el que resume qué es el Islam, muy conseguido y que podría leerse de forma independiente, casi como un folleto bastante bien logrado y veraz (no en vano el autor fue un imán musulmán, se nota que sabe de qué está hablando). Las reflexiones sobre otras religiones son bastante más superficiales y su visión teológica del puesto que ocupa la religión cristiana y Cristo en relación a las otras religiones se desliza peligrosamente hacia un sincretismo en el que todo es bueno.

En definitiva, estamos ante un libro que es ante todo un fervoroso testimonio, una llamada a amar a Cristo, con un estilo muy peculiar, abundantes reflexiones piadosas y aportaciones teológicas dispares.

Encontré a Cristo en el Corán. Mario Joseph. Libros Libres. 230 páginas.

Un largo camino. La historia real de una huida hacia la libertad. Slavomir Rawicz

Un largo camino narra el internamiento en Siberia y posterior huída del Gulag de un joven oficial polaco y sus compañeros de cautiverio al inicio de la Segunda Guerra Mundial. En 1939, Slavomir Rawicz, un joven oficial de caballería polaco en visita a su familia, que vivía cerca de la frontera ruso-polaca, fue arrestado por los soviéticos y enviado, después de brutales interrogatorios, al inhóspito campo de concentración 303, en el corazón de Siberia. Allí, gracias a su fuerza de voluntad y a la complicidad de una persona del interior del campo, organiza su huída junto a otros seis compañeros.

Es entonces cuando empieza un camino, largo, larguísimo, en el que si bien al inicio se adivina que los soviéticos pueden estar tras sus huellas, pronto será una lucha por la supervivencia contra el entorno en la que los huidos deberán luchar contra sí mismos, asumiendo sacrificios sobrehumanos, eso sí, siempre ayudados por el generoso compañerismo que se establece desde un primer momento.

Tras cruzar la vía del Transiberiano, se adentrarán en Mongolia, cruzando el terrible desierto del Gobi y atravesando las montañas del Tíbet. Nueve meses más tarde, conseguirán alcanzar la libertad al llegar a la India en marzo de 1942, después de haber superado a pie las regiones más salvajes del mundo en su largo camino hacia la libertad. El protagonista de la historia, Slavomir Rawicz, encontrará refugio en el Reino Unido al acabar la guerra y allí escribirá la historia de esta gesta llena de heroísmo y lucha por la supervivencia a lo largo de más de 6.000 kilómetros. La película Camino a la libertad, dirigida por Peter Weir en 2010, se inspira en la historia contada en este libro.

El libro, en mi opinión, cuenta con dos partes claramente diferencias. En la primera, que narra el sistema penitenciario soviético, asistimos una vez más al salvajismo, a la hipocresía, a la injusticia radical, a la brutalidad del comunismo, y se suma a las numerosas obras que dan testimonio de este horrible pasado no tan lejano.

La otra mitad del libro narra la huída hasta la India de los evadidos y en ella el protagonismo es el sacrificio, la superación de las distintas pruebas a las que deben enfrentarse, la camaradería, indispensable para poder sobrevivir, con un fondo que se lee como un libro de viajes por el Asia central de mediados del siglo pasado y que nos deja algunos retratos muy interesantes.

Obra que se lee con facilidad y que resulta especialmente recomendable para chicos jóvenes.

Un largo camino. La historia real de una huida hacia la libertad. Slavomir Rawicz. Palabra. 368 páginas

« Previous Entries Next Entries »

top