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Las confesiones de Charlotte Doyle. Avi.

Quien esto escribe disfrutó en su momento de la muy recomendable Ciudad de huérfanos, escrita por Avi. Por ello mismo abordó esta otra obra del mismo autor, Las verdaderas confesiones de Charlotte Doyle con grandes expectativas. Pues bien, la lectura de este libro ha respondido y decepcionado a un tiempo.

Ha respondido a mis expectativas porque podemos nuevamente encontrar aquí algunos de los rasgos definitorios del estilo de Avi que le hacen probablemente uno de los autores de literatura juvenil más destacados de estos tiempos. En esta ocasión Avi es deudor de La isla del tesoro, de Stevenson, y de otras novelas de tema marinero, con motín incluido. La historia relata la travesía de una joven rica en un bergantín desde Inglaterra hasta Estados Unidos, donde debe reunirse con su familia. Los dos meses de viaje serán ricos en sucesos de todo tipo, incluyendo un asesinato que casi llevará a la muerte a nuestra joven heroína. Personajes bien definidos, ritmo que nunca decae (aunque en esta ocasión el autor se recree en ocasiones demasiado en la descripción de elementos marineros), una trama bien armada y que nos va dosificando una serie de sorpresas, manteniendo en todo momento el interés, son los puntos fuertes de esta narración.

Pero al mismo tiempo la obra se resiente de un vicio que, a mi entender, también está presente en Ciudad de huérfanos: después de un desarrollo equilibrado de la trama, el desenlace se aborda demasiado rápido, demasiado acelerado, y por ello un poco simplón, precipitado, inverosímil. En este caso la resolución es lo peor del libro, carente de credibilidad y que deja en el lector, al menos en un lector maduro, una sensación desagradable; aunque la palabra puedas sonar demasiado fuerte, la sensación es de una cierta estafa. Esto, que resulta muy evidente ya en el desenlace de la travesía por el Atlántico, es aún mucho peor en el desenlace final de la obra que, muy a mi pesar, acaba por estropear una obra que en más de las tres cuartas partes de la misma está muy lograda.

Las confesiones de Charlotte Doyle. Avi. Alfaguara. 272 páginas

Ciudad de huérfanos. Avi

Ciudad de huérfanos está ambientado en la Nueva York de 1893, años de dificultades económicas y en los que miles de inmigrantes luchan por sobrevivir. Maks es un joven, hijo de una familia de origen danés, que se dedica a vender periódicos por la calle para así aportar unos pocos centavos a la precaria economía familiar. Su vida se verá sacudida por dos sucesos, aparentemente inconexos pero que al final confluirán de modo algo rocambolesco pero bien tejido. Por un lado, su encuentro con Willa, una niña huérfana y “homeless” que le salvará de una brutal paliza y que su familia acabará por acoger. Por otro, la detención de la hermana de Maks, camarera en el lujoso hotel Waldorf, acusada injustamente del robo de un valioso reloj.

La narración se estructura en torno a estos dos polos, con algunas tramas secundarias, y avanza endiabladamente gracias a unos capítulos breves y directos y una trama construida en torno a una investigación contrarreloj, que sin embargo no impiden que el autor, Avi, vaya perfilando a los principales personajes con acierto. Destacan en la obra el canto a la amistad y al valor de la familia, que se constituyen en los dos motores que mueven a unos personajes con los que resulta fácil empatizar.

Ciudad de huérfanos es una novela juvenil muy recomendable, cuyos puntos fuertes son una trama bien construida, unos personajes que transmiten autenticidad y amor a lo que merece ser amado y que además nos ofrece un interesante retrato de la Nueva York de finales del XIX y de la vida que los inmigrantes y los “newsies” llevaban en ella.

Ciudad de Huérfanos. Avi. Editorial Bambú

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