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Los orígenes de los cultos revolucionarios (1789-1792). Albert Mathieu

Los orígenes de los cultos revolucionarios (1789-1792) es una tesis de doctorado presentada por Albert Mathieu en 1904 sobre la génesis de la religión civil que iba a desarrollarse durante la Revolución Francesa. Su reedición ahora pone en nuestras manos un estudio exhaustivo y detallado de este interesante proceso, el primero de toda una serie de intentos que se han venido repitiendo una y otra vez a lo largo de la modernidad y que en nuestros días sigue siendo de rabiosa actualidad.

Mathieu señala los rasgos propios de esta religión revolucionaria que desembocaría en el culto a la Razón y muestra los rasgos definitorios de una religión civil, caracterización ésta que podemos aplicar a otros contextos históricos y que es de gran interés (especialmente si consideramos que el autor, lejos de ser crítico con ella, es un entusiasta de la misma). Se hace manifiesto también que la obra de la Revolución no pretendía tan solo abolir la religión católica, sino que siendo consciente de la religiosidad natural de los hombres y de la importancia de la religión en el plano natural, pretendió reemplazarla por una religión de nuevo cuño.

Otro de los aspectos que destaca Mathieu es el origen de esta nueva religión civil en los filósofos de la Ilustración. No nace pues de la nada, pero tampoco es obra únicamente de los políticos, sino que el propio pueblo, enfervorizado, irá en muchas ocasiones por delante de estos.

La última parte de este interesante estudio repasa el proceso por el que, paulatinamente, fue reemplazada la iglesia juramentada por el culto a la Patria y a la Razón. Vemos aparecer aquí nuevas dinámicas, que ahora nos parecen casi normales, pero que en su tiempo fueron una enorme innovación: la propaganda del Estado para difundir las ideas revolucionarias o el uso de los maestros y de la instrucción pública para adoctrinar a la población. Resulta, por último, revelador el papel de los curas juramentados, entusiastas revolucionarios al principio que, tras haber cumplido su papel, son despreciados por la propia Revolución por aferrarse aún a la “superstición”. Toda una lección para los compañeros de viaje de todos los tiempos.

Los orígenes de los cultos revolucionarios (1789-1792). Albert Mathieu. CIS. 210 páginas

María Antonieta, Hilaire Belloc

La reina María Antonieta es una de las figuras que con mayor fuerza ha quedado fijada en el imaginario colectivo. Pero más allá de su imagen de frivolidad, que es parcialmente verdadera, Hilaire Belloc logra en esta biografía mostrarnos a la persona al completo, mucho más allá de las cuatro anécdotas que, siendo significativas, no revelan la complejidad de la odiada y reverenciada austríaca.

Belloc demuestra en todo momento un conocimiento exhaustivo de la época y de sus personajes que vuelca en un caudaloso torrente de detalles y que consigue que el lector se familiarice con los distintos avatares por los que pasó María Antonieta. Esa erudición la combina con una profunda comprensión psicológica de los diferentes actores, especialmente de la Reina, en lo que constituye el aspecto más meritorio de la obra (algún comentario acerca de las dinámicas políticas del momento es más discutible). También es prolijo en los detalles materiales, especialmente en los militares, demostrando su dominio sobre los acontecimientos de la época aunque, en ocasiones, se agradecería un relato algo más sucinto.

La obra, muy centrada en María Antonieta (es destacable el poco protagonismo concedido a su marido Luis), nos muestra una vida notable y marcada por una tragedia a la que la jovencita e inexperta reina se ve abocada y en la que, de modo inconsciente, ella misma se irá enredando. A este respecto es de notar la maestría con que Belloc recoge ese fatalismo (mano de la Providencia o hado fatal) que va marcando la vida de la Reina y a la que, cual tragedia griega, nada ni nadie puede apartar. También es digno de reflexión el hecho, tratado en varias ocasiones, de que los acontecimientos fueron cómo fueron por un pequeño detalle, un nimio error por una parte o un acierto inesperado por la otra; en definitiva, que el curso de la Revolución Francesa fue el que fue pero que fácilmente podría haber sido otro. Un pequeño gesto cambia la historia y ésta no se desarrolla como un plan ineludible.

Estamos pues ante una muy completa biografía que es a la vez un logrado fresco de una época decisiva y que aporta abundantes elementos para la reflexión.

María Antonieta. Hilaire Belloc. Ciudadela. 510 páginas.

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